Consumo de drogas: Chile da positivo

Por Patricio Labatut, Gerente General de Global Partners

Ad portas de un cambio en la presidencia de nuestra República, todo son demandas a los distintos candidatos a La Moneda. En un país que año tras año aumenta su consumo de drogas en el ámbito laboral, como demuestra el estudio que anualmente se publica “¿Su empresa da positivo?”, me pregunto qué hará el ganador de las elecciones para frenar el consumo laboral de sustancias que se extiende cual epidemia y que causa más licencias, accidentes, ausentismo, rotación y muertes que cualquier enfermedad. De hecho, de acuerdo al estudio de la ACHS (M. Truco et col.), un 29.4% de los accidentados laborales dan positivo para alguna droga, estudio que fue realizado hace casi ¨20 años atrás¨.

Lo peor es que la sociedad y las autoridades se han empeñado en disfrazar de inocua una de las drogas que más enfermedades y daños ha provocado en países como Estados Unidos y Holanda, instigando el aumento de su consumo entre los trabajadores chilenos: la marihuana. Su consumo en el entorno del trabajo ha aumentado por tercer año consecutivo, y ya supone un 61,89% de los positivos. ¿De verdad se puede creer siquiera que una sustancia que ralentiza, marea y afecta a la visión y la motricidad es susceptible de ser considerada un remedio compatible con el trabajo?

Si bien no entraré a cuestionar las bondades que alguno de los principios activos que la marihuana pudiera tener -lo cual está por demostrarse según el NIDA de EEUU- para paliar el dolor de muchos enfermos, me preocupa que las modificaciones a la Ley 20.000 avance sin que nadie repare en lo siguiente: ¿en qué condiciones trabajará una persona que se esté tratando con marihuana?, ¿podrá manejar un autobús con pasajeros, una grúa horquilla o un camión minero?, ¿o al hacerlo se pondrá en peligro y arriesgará, además, las vidas de otros?

Los candidatos se manifiestan a favor o en contra de la despenalización de la marihuana, pensando en casos cercanos que conocen en persona, información que les llega de sus asesores, o en lo que sus votantes les piden, pero ninguno, ni a favor ni en contra, ha hecho el doble clic en cómo un tratamiento con marihuana puede afectar el trabajo. Eso es lo que me preocupa y por lo que hago un llamado a nuestros políticos, para que se estudie bien cada paso que el Gobierno dé en esta materia y no se permita que Chile siga dando positivo.

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